Ciencia en clave de mujer

Marzo, considerado “mes de la mujer” llega a su fin, pero antes de arrancar una hoja más en el calendario, no queríamos dejar pasar la oportunidad de abordar un tema que resuena en nuestros oídos desde hace algún tiempo, y que ha cobrado aún más relevancia a raíz de la celebración de este 8M, tan especial tras dos años de pandemia.

En este contexto, hace unos días me topé con una jornada titulada “Mujeres en la ciencia, mujeres con paciencia”, un acto organizado por El Defensor del Pueblo y motivado precisamente por el Día Internacional de la Mujer, que contó con la presencia de dos mujeres de ciencia: María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y Rocío Ríos, investigadora de la Universidad de Sevilla. En esta ocasión, Blasco destacó la importancia de la celebración de este día que “nos permite ponernos gafas de género”, afirmando que “todavía queda mucho camino por andar”.

A este eslogan se suma Déborah García Bello, química y divulgadora científica, que alude en su artículo “Mamá, no quiero ser científica” a la visibilidad de la mujer en la ciencia. La autora insiste en el hecho de que “su credibilidad” no se puede volver a ver en entredicho por su género y que “sus logros deben ser igualmente reconocidos”, reflexionando sobre el prestigio social y valía que se otorga a la mujer en estas áreas.

Estas desigualdades se han reflejado en hechos como que en los más de 120 años de celebración del Premio Nobel Científico solo un 4% de los galardones han sido concedidos a mujeres. Un dato que apuntaba la propia Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación, durante la jornada organizada por el Grupo de Mujer y Ciencia de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBB), la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (AEICA) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia, celebrado anualmente el 11 de febrero.

El abordaje de estos temas y la difusión de mensajes en pro de la igualdad por parte de la administración esclarece el camino a seguir en la búsqueda de la equidad de género, pasando primero por la visibilidad del problema y siguiendo por la educación.

Así, desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional, contando también con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, se lanza el proyecto “Alianza STEAM por el talento femenino. Niñas a pie de ciencia”. Creada en 2021, esta iniciativa “se concibe como un instrumento para promocionar la vocación por carreras y disciplinas científico-técnicas entre las niñas y jóvenes, así como para diseñar estrategias de colaboración entre las administraciones, el mundo educativo, empresarial y organizaciones de la sociedad civil”. Tal y como se indica desde el Ministerio, el objetivo es sumar esfuerzos e impulsar iniciativas en el ámbito educativo y formativo que eliminen los estereotipos de géneros asociados a las disciplinas STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

Además, en el marco de esta alianza se promoverán campañas de comunicación y sensibilización social orientadas al refuerzo positivo de las capacidades STEAM entre las niñas y jóvenes, destacando las figuras femeninas que sirvan de referente. En este sentido, Déborah García habla de la visibilizar a mujeres científicas como “un ejercicio de justicia, y esto tiene valor en sí mismo, independientemente se si sirve o no para animar a las niñas a convertirse en mujeres de ciencia”.

Mientras que estas ideas calan en las nuevas generaciones, hoy día nos seguimos encontrando con datos poco alentadores. Así, el estudio “La presencia de mujeres en la producción científica española”, publicado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), revela que en el 48% de la producción científica española en Web of Science (WOS), fuente de este estudio, hay una mujer firmante de publicación, sin embargo, solo un 20% de las investigadoras lideran publicaciones.

Por otra parte, el acceso a cargos de mayor rango sigue siendo un problema, tal y como reflejan los datos aportados por el ministerio en el informe bienal sobre igualdad de género en la ciencia y en las universidades española “Científicas en cifras 2021”, dejando claro que continúa habiendo una escasa representación femenina en puestos de responsabilidad.

Y es que, aunque estamos en el camino correcto, tal y como he citado con anterioridad a María Blasco, aún queda mucho por recorrer.

Marina Torres Godoy

Consultora de comunicación y asuntos Públicos de Levin Institutional Health Affairs

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *