8 tendencias que marcarán la política sanitaria

El inicio del año y la superación de la sexta ola de la pandemia plantean un nuevo escenario en el ámbito sanitario para el 2022. A continuación, presentamos las 8 grandes tendencias que marcarán la política sanitaria de los próximos meses:

  1. El primer gran reto que debe afrontar el sistema es la vuelta a la normalidad. La recuperación de la presencialidad y la atención no COVID, tanto en atención primaria como hospitalaria, se vuelve imprescindible. A este respecto, la mayoría de las comunidades autónomas ya han empezado a presentar planes de Atención Primaria. Esta recuperación incluirá una actualización del sistema, como representa el Anteproyecto de Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión impulsada por el Gobierno.
  2. Las inversiones realizadas a final de año y los objetivos del PERTE para una Salud de Vanguardia demuestran que la digitalización y la ciencia de datos desempeñarán un papel destacado a lo largo de este año. Junto con la Inteligencia Artificial, resultarán de gran aplicación para la telemedicina, especialmente en el ámbito rural, en el desarrollo de la interoperabilidad entre las comunidades autónomas y la creación de nuevos sistemas de información en vigilancia epidemiológica. En este contexto se enmarcan las iniciativas para la creación de un data lake sanitario a nivel nacional y europeo.
  3. Además de la digitalización, el otro gran pilar del PERTE es la medicina personalizada de precisión. En este sentido, nuestro país puede ser uno de los más punteros en el desarrollo de terapias avanzadas y medicamentos innovadores. Cabe destacar el esfuerzo de Galicia en la creación de un centro de producción de medicamentos CAR-T, o la importante convocatoria de la Acción Estratégica en Salud (AES) del Instituto de Salud Carlos III sobre medicina de precisión para 2022.
  4. Las acciones anteriores no serían posibles sin el despliegue de los fondos europeos. La crisis sanitaria también nos ha abocado a una mayor “influencia” de Europa en materia sanitaria. Mas allá de los mecanismos desarrollados para la recuperación, la UE se ha mostrado útil en la compra conjunta de vacunas, así como en su rápida evaluación por parte de la EMA. En consecuencia, a lo largo del año asistiremos a un mayor protagonismo de la UE en las políticas sanitarias, con desarrollo normativo de la Estrategia Farmacéutica Europea, la implementación de la Estrategia de Lucha Contra el Cáncer o la creación de la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA).
  5. Por otro lado, la Salud Mental está ganando un importante terreno en la agenda política. Una pandemia silenciosa que la crisis sanitaria ha puesto de relieve. El Gobierno ya se ha comprometido a invertir 100 millones de euros en este ámbito hasta 2024, de los cuales, 33 millones se ejecutarán este año. Además, las comunidades autónomas también trabajan en sus propios planes de salud mental.
  6. La colaboración público-privada y el apoyo a la industria se han mostrado elementos imprescindibles para afrontar los desafíos conjuntos. En consecuencia, los países europeos deberán trabajar por mantener e incentivar la producción estratégica en suelo propio, no solo por su utilidad, sino también por su capacidad de contribuir a la recuperación económica y garantizar el suministro y el acceso a la innovación. Por su parte, la industria farmacéutica tendrá que lidiar con las crecientes dificultades internacionales en el acceso a las materias primas y trabajar por la sostenibilidad de su sector, tanto económica como medioambiental.
  7. Otra de las experiencias extraídas de la pandemia es la trasversalidad de la salud y la visión One Health de incluir la salud en todas las políticas. A este respecto, es necesario responder a las amenazas derivadas del cambio climático, los hábitos de vida nocivos para salud, como el consumo de alcohol y el tabaquismo, o la importancia de construir entornos urbanos y laborales más saludables.
  8. Además, entre los desafíos para 2022 no cabe pasar por alto el aumento de la cronicidad y sus efectos sobre el sistema. El envejecimiento de la población y los retrasos en diagnósticos ocasionados por la pandemia ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud, que necesitará renovar sus capacidades y actualizar sus recursos asistenciales hacia las nuevas necesidades de la población.

Afrontar los desafíos y sacar el máximo provecho a las oportunidades que se presentarán durante los próximos meses requiere de la creación de relaciones de confianza a largo plazo y la creación de espacios permanentes de dialogo estructurado entre todos los actores del ecosistema sanitario, tanto públicos como privados. Desde Levin, tenemos el firme compromiso de contribuir con transparencia y profesionalidad a la creación de estas alianzas.

Igor Aira Zabala

Consultor de Asuntos Públicos de LEVIN Institutional Health Affairs

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